Esta carrera es bien complicada por el simple hecho de trotar en cuestas bien empinadas donde la mayoría de deportistas la suben caminando mientras que pocos la sudamos en esos trayectos, el sentir como las piernas se te hacen piedras por lo duro del esfuerzo y que en cada paso quieres dejar de hacerlo para caminar como los demás. Las pocas oportunidades que igual tenemos de recorrer esos sectores hacen que lo disfrute aún más, al llegar a la cima del Cerro Santa Ana podemos divisar la hermosura del manso Guayas acompañando a la isla Santay y ver el infinito de mi ciudad que puja cada día......
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