Cuando hacemos posible lo imposible, cuando demostramos una vez mas que los limites solo es un invento mas del ser humano, cuando todas las madrugadas de entrenamiento toman sentido. Llegando a la meta y abundantemente feliz por la misión cumplida. Aunque aun mientras escribo estas lineas el dolor en mi cuerpo persiste vale la frase de que "sin dolor no hay gloria". Gracias a todos los que hacen posible cumplir mis sueños. Este año es de verdaderas hazañas...
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