Como siempre antes de toda carrera, busco unos minutos para rezar y agradecer a Dios por la oportunidad que me da cada día de ser feliz, por permitirme hacer lo que me gusta, por bendecir mis piernas, por llenarme de salud, por llenarme de fuerza, por rodearme de gente buena y por acompañarme en cada aspecto de mi vida.
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